La A.C.F.C. denuncia a la Federación Cántabra de Fútbol
La rueda de prensa del 17 de diciembre.
Por Antonio Fernández Munárriz
Asistí el 17 de diciembre, a las 11:00 horas, a la Rueda de Prensa de la Asociación de Clubes de Fútbol de Cantabria, en el Hotel Bahía de Santander.
Parafraseando a Ortega, “si España es el problema, España es también la solución” y adaptándolo a la situación que nos ocupa, “si la Federación es el problema, la Federación es también la solución”.
Paradójicamente cabría afirmar que el problema de la presunta mala gestión se podría solucionar con un cambio de los gestores.
Se debe de garantizar el ejercicio de la publicidad en la gestión. A estas alturas y en los tiempos que corren, negar información solo sirve para avivar dudas con tanto hermetismo. Es irresponsable que los Clubes, la columna vertebral de la Federación, no cuenten con información contrastada. De esta manera de actuar viene esta respuesta por parte de la Asociación de Clubes de Fútbol de Cantabria.
Hoy he sido testigo, una vez más, del fortalecimiento de una asociación que va a por todas. Buscan urgentemente orden y control. Una Federación que les represente y en la que se sientan integrados. En una comunidad donde el asociacionismo no tiene mucha fuerza, este es un ejemplo de todo lo contrario y una muestra de ello es el proyecto de crear una central de compras para conseguir mejores precios entre sus asociados.
El día 29 de diciembre del 2010 está previsto un partido amistoso entre una selección de jugadores de los equipos miembros, que se enfrentará a la Real Sociedad Gimnástica de Torrelavega. Será a las 20:00h en Bezana. Todos los aficionados al fútbol están invitados, puesto que la entrada es gratuita. Una ocasión de reunión y confraternización del fútbol cántabro.
La anécdota es la nula colaboración de la Federación Cántabra. Incomprensiblemente el arbitraje de este partido amistoso se debe de pedir a través de la Federación Española. Inaudito. Pataleo que dice mucho de una Federación que no vertebra ni representa al fútbol cántabro.
La rueda de prensa duró poco más de media hora y fue tremendamente esclarecedora.
La Federación vive horas precarias. La opacidad de la gestión y el oscurantismo tradicional ha dado paso a una abertura de ventanas y puertas para sanear el tradicional ambiente enrarecido. Eliminando las telarañas de sus cuentas y archivos. Las expectativas son nefastas para una Federación que se encuentra tocada por el escándalo ante denuncias gravísimas. Se trata de una crisis moral.
La A.C.F.C. habla siempre de presuntos delitos. Una parte de las denuncias están presentadas y otras se encuentran en preparación para ser presentadas próximamente.
La A.C.F.C. ha detectado, al menos, 9 presuntas irregularidades.
Ante la falta de voluntad de diálogo y aclaración por parte de la Federación, la Asociación no ha tenido más remedio que presentar las denuncias. Se acabó el mirar para otro lado.
La Asociación, una vez detectadas estas presuntas irregularidades tiene la obligación ética y moral de denunciarlas. Los clubes se sienten perjudicados y no desean ser cómplices de presuntas irregularidades que pueden hacer estallar al fútbol cántabro.
La A.C.F.C. denuncia unos reconocimientos médicos que los clubes pagan y no se realizan. Ante esta singular manera de llevar este tema, al Presidente de la Federación no se le ocurre otra cosa que proponer eliminar los estatutos que recogen la obligatoriedad de tales reconocimientos. Curiosa manera de arreglar las cosas y muy negativa para la salud de los deportistas.
Los reconocimientos los pagan los clubes, durante los últimos años se calcula que el gasto se eleva a, entre 300.000 € y 400.000 €. La Asociación exige una compensación.
Otro presunto ejemplo de mala gestión:
El dinero de inscripción no llegaba a la Federación Española. Esta restaba ese dinero de las subvenciones. Los clubes, desconocedores de esta situación, sin saberlo, pagaban dos veces. La Federación Cántabra aducía que no tenía saldos y tras largo tiempo, aclara que no sabe donde está ese dinero. Aparecen los saldos contables de los clubes, después de mucho tiempo, al menos 4 años. La Federación asume todo como un error en la gestión. El juez decidirá.
Hay denuncias administrativas relacionadas con la no publicación de los estatutos. Los miembros desconocían sus derechos. Algún presidente de club desconocía, incluso, que era miembro asambleísta de la Federación.
Paradójicamente, y como consecuencia de casi 3 años de no publicarse los estatutos, no se tenía ninguna oportunidad de proponer, ni de debatir ningún tema.
Otras denuncias van dirigidas al Consejo Territorial de la Mutualidad. La Mutualidad más cara de España, casi el doble comparada con regiones de parecido número de mutualistas.
Curiosa gestión de personal: Despido con indemnización de médicos y fisioterapeutas, para, a los pocos días, volver a ser contratados, esta vez como autónomos. La Inspección de la Seguridad Social decidirá.
Denuncia de personal con cargos inexistentes. Ante esto, en un alarde de originalidad que ha dejado perplejo a la A.C.F.C., la Federación aclara que entiende por silencio administrativo, el si por respuesta, cuando se plantea legalizar un cargo. En el ámbito administrativo y judicial, el silencio administrativo siempre es un no.
La presunta omnipotencia de la Federación aleja a los clubes y a los aficionados.
La Federación traslada al ciudadano una versión caricaturesca del trabajo real a favor del fútbol cántabro.
La Asociación ha dado un paso de gigante con la presentación de denuncias. Los presuntos delitos y errores están ahora en manos de organismos competentes. Las consideraciones personales derivadas de todo esto son obvias, pero no deben de trasladarse públicamente hasta que la justicia emita un fallo.
Es preocupante esta situación porque pone en cuestión al organismo que dirige el fútbol de esta región. Ante esto, solo vale la rigurosa y digna aclaración de todas estas denuncias. Las presentadas y las que se presentarán próximamente.
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